1.5. Alteraciones del equilibrio hídrico: sobre hidratación y deshidratación.
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere, es decir cuando el balance hídrico es negativo, está desplazado hacia la pérdida de agua. A menudo se acompaña de alteraciones en el balance de sales minerales o de electrolitos del cuerpo, especialmente de sodio y potasio.
Si la
ingesta y las pérdidas de agua y de electrolitos, especialmente de sodio y
potasio, no se igualan, puede dar lugar a deshidratación. Dependiendo de la
tasa de pérdida de agua respecto a la de electrolitos, la deshidratación puede
clasificarse como isotónica, hipertónica o hipotónica.
Deshidratación isotónica
Se
caracteriza por una pérdida equitativa de agua y de solutos del líquido
extracelular, es decir, se pierde agua y sodio en cantidades en las
proporciones idénticas, lo que suele ocurrir en casos de vómitos, diarrea o de
una ingesta insuficiente. No se produce un intercambio osmótico de agua del
espacio intracelular al espacio extracelular. Se trata del tipo de deshidratación
frecuente en pequeños.
Deshidratación
hipertónica
En este
tipo de deshidratación la pérdida de agua es superior a la pérdida de sal, es
decir, se pierde proporcionalmente más agua que sodio, lo que puede ocurrir
debido a una ingesta de agua insuficiente, a un exceso de sudor, a diuresis
osmótica y a la ingesta de medicamentos diuréticos. Se caracteriza por un
intercambio osmótico de agua desde el líquido intracelular al líquido
extracelular. Este tipo de deshidratación es más común en personas que sufren
diabetes, y representa aproximadamente de un 10 a un 20% de todos los casos
pediátricos de deshidratación con diarrea.
Deshidratación hipotónica
¿Cuál es
su causa?
La
deshidratación leve es común y normalmente está provocada por una ingesta
insuficiente de líquidos a lo largo del día. En niños, la diarrea es una causa
común de deshidratación.
Diarrea -Uno de los motivos por los que una persona puede perder demasiada agua es por una infección que cause diarrea. La diarrea puede estar causada por bacterias, virus o parásitos. Cada deposición puede conllevar una pérdida significativa de agua que puede llegar hasta 1 litros por hora en casos extremos. A nivel mundial, más de cuatro millones de niños mueren cada año de deshidratación por diarrea.
Vómitos -La pérdida rápida de agua producida por vómitos intensos y continuos aumenta la probabilidad de deshidratación, ya que es difícil restaurar la hidratación mediante la ingesta de líquidos. El riesgo de deshidratación por vómitos es más alto en bebés y en niños, en ancianos, en gente con trastornos de la alimentación (por ejemplo, bulimia) y en cualquiera que esté tomando medicamentos que provoquen vómitos.
Exceso de orina -Existen ciertos medicamentos que aumentan el gasto urinario respecto a los niveles normales (por ejemplo los diuréticos), y hay trastornos que afectan la función renal, dando lugar a una pérdida de agua corporal a través de la orina.
Sudoración -El sudor o la perspiración (transpiración) es un mecanismo de enfriamiento utilizado por el cuerpo en situaciones de calor, humedad y actividad física. La humedad puede jugar un papel más importante en la deshidratación que el calor, ya que en el primer caso el sudor del cuerpo cae en gotas en vez de evaporarse, y por tanto no produce una eliminación de calor del cuerpo.
Fiebre o quemaduras -Estas alteraciones, incluyendo las quemaduras de sol, aumentan la temperatura corporal, requiriendo una mayor cantidad de líquidos para un funcionamiento adecuado del cuerpo. La fiebre se produce cuando hay una infección y el cuerpo utiliza una cantidad significativa de agua en forma de sudor para enfriarse.
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